Los arrecifes de coral prevalecen en ambientes oligotróficos, principalmente someros y bien iluminados (Sheppard et al. 2009, Díaz et al., 2000), por lo que estas condiciones se consideran las apropiadas para su desarrollo. Sin embargo, recientemente se han encontrado formaciones coralinas con diferentes niveles de desarrollo en condiciones sub-óptimas como aguas turbias, contaminadas, entre otras, que albergan de igual forma una gran diversidad biológica (Moura et al., 2016). En la bahía de Cartagena, Colombia, se ubica el arrecife de coral de Varadero, un sistema biológico diverso en términos de especies y hábitats, con características particulares relacionadas con un buen desarrollo: grandes colonias y alta cobertura de coral vivo, pese a que se encuentra en una zona con condiciones ambientales consideradas no aptas para el desarrollo coralino (Pizarro et al., 2017; Mejía- Quintero et al., 2018).